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En las últimas dos décadas, las principales ciudades del Perú han incrementado el número de habitantes y extensión geográfica, haciendo presión sobre la necesidad de mayor cobertura de los sistemas de transporte urbano e incremento de la infraestructura de movilidad urbana, en un contexto de falta de planificación integral y ejecución coordinada de proyectos.

Asimismo, a nivel institucional existe una división de funciones rectoras en cuanto a la movilidad urbana y el transporte urbano que están directamente relacionadas, por lo que es importante contar con las herramientas de planificación y ejecución de proyectos integradas para dirigir las prioridades de intervención bajo un mismo objetivo de desarrollo. El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (en adelante, MVCS), rector en materia de urbanismo y desarrollo urbano, define a la movilidad urbana sostenible como el proceso de intervenciones urbanas eficaces que buscan reorganizar los accesos a los centros poblados urbanos, favoreciendo la circulación vehicular y peatonal, minimizando los efectos negativos sobre el entorno y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. Por otro lado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, rector en materia de transporte, define a la movilidad urbana sostenible como los desplazamientos que realizan las personas o mercancías dentro de una ciudad, ya sea en transporte público o privado, caminando, en bicicleta o en cualquier otro medio de desplazamiento.

Debido a esta situación, actualmente existe un gran reto en las ciudades del Perú para poner en operación servicios de transporte público eficientes, rentables, asequibles y de calidad; para lo cual, es importante también contar con un marco técnico-normativo apropiado que establezca pautas claras para la formulación, ejecución y gestión de proyectos de movilidad urbana que permitan su sostenibilidad económica, técnica y social en el tiempo.

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