Ministerio de Transportes y Comunicaciones con Pedro Castillo
Dentro de la polémica actual que se viene debatiendo sobre lo que significó para el Perú el gobierno del ex presidente Castillo, hay un punto muy importante del cual nadie se encuentra discutiendo; y, es que, más allá de si fue un gobierno populista o de izquierdas, la realidad es que estuvo caracterizado principalmente por su incapacidad para implementar políticas públicas, como por la escasa eficiencia de sus autoridades y/o funcionarios.
Para sustentar lo anterior, pongo de ejemplo a uno de los sectores más importantes, al Ministerio de Transportes y Comunicaciones – MTC. No solo por el importantísimo nivel de producción de bienes y servicios básicos que ostenta dicho Ministerio en beneficio de la actividad económica del país, sino como Sector vital para el cierre de la brecha en infraestructura y de la conectividad para su desarrollo en general. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones tuvo en la corta administración del ex presidente Castillo cinco (5) ministros. El primero de ellos fue el ex Ministro Juan Silva, amigo cercano del ex presidente de la República, quien actualmente se encuentra huido de la justicia, luego de encontrársele evidencias y acusaciones sobre delitos al momento de su gestión ministerial.
Explicar las razones por las cuales el ex presidente designó en el cargo de Ministro en el MTC al referido ex Ministro Silva, da para muchas teorías. Lo real es que era una persona de su entera confianza. Con él manejó al Sector, acordando con determinados congresistas el apoyo político hacia su gobierno. Debido a ello, se designaron políticamente cargos en diversos directorios de empresas vinculadas al FONAFE, en direcciones generales, en asesorías y hasta en Viceministerios, todo ello con el fin de beneficiar intereses que venían direccionados muchas veces desde el Congreso. Es así que lo técnico se vio desplazado casi íntegramente por intereses políticos y por decisiones faltos de experiencia, produciéndose así una ineptitud desorganizada de la actividad ministerial, lo cual produjo un apagón gradual de los motores que impulsaban el desarrollo desde el MTC. Lo que vino después con los cuatro ex ministros restantes quedará en el anonimato, debido a la brevedad en sus designaciones.
Es así que cualquier política pública correcta que pudiera ser implementada en beneficio de la población corría peligro de ser paralizada si es que iba en contra de algún interés subalterno que viniera desde la Alta Dirección. Para mayor ejemplo veamos como las medidas que pretendía imponer la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao- ATU en contra del transporte ilegal de pasajeros fueron bloqueadas por la Alta Dirección del MTC. ¿Cómo llamar a un gobierno que puso en riesgo el desarrollo de su población, así como las políticas públicas que debían implementarse de cara a la formalización del transporte urbano, solo con el fin de salvar sus propios intereses de gobierno?